Ella gira sincronizada en todo el universo;
esparcida, mesclada, dividida y multiforme.
Es multicolor y ella tiene un detalle universal:
Su lenguaje nativo y actual es multilingüe;
es humanitaria, bondadosa y muy humilde.
Cuando extiende sus alas y alza veloz vuelo…
el viento es amigo, la cuida y la lleva consigo;
atravesando las Américas y otros Continentes.
Sube ágil por Los Andes y desciende por los valles;
pasando por bosques, praderas y desiertos;
luego sube aprisa, y aún en medio de la brisa,
viaja como luz y en Los Alpes se detiene.
Persistente, como Juan Salvador Gaviota;
ella vuela alto, hasta divisar al mundo:
uno a uno, nos va explorando;
una a una, las va estudiando;
no hay sitio que se le escape;
no hay humano, que se le esconda.
Ella esta repleta de virtudes:
de armonía, que brinda alegría;
de amores, que quitan dolores;
de felicidad, que trae tranquilidad;
de bienestar, que elimina penurias;
de perdón, que destruye odio y rencor.
Ella es abstracta, es visible e indivisible.
Cuando pasa y abre una ventana del alma;
y hay un ser, a quien le agobia la tristeza…
la paz se posa en el umbral, y entra fugaz;
embriagando el cuerpo, la mente y el alma;
destruyendo la congoja y los sutiles desdenes.
Casi siempre ella nos habla, y nos dice:
-¡Solo quiero que me quieran,
yo prefiero que me guarden,
sólo anhelo que me acepten,
yo quiero ser parte de todos!-
¡y cuando estos eventos se hacen realidad…
la paz se regocija y se va multiplicando!
Cada vez que las raíces de una paz profunda,
se adhieren con fortaleza en tierra firme;
esta se vuelve extremadamente fuerte;
como diamante, como zafiro, como titanio…
pero no nos olvidemos; que hay destructores
de los procesos, que nos conducen a la paz…
Por ende, la paz puede ser frágil como el cristal;
Y rápidamente se nos puede llegar a quebrar,
Produciendo caos, miedo, hambre e injusticia.
¡Actuemos con sensatez, amor e inteligencia
Y protejamos la paz universal día con día!
Copyrigth. Julio César Torres Hernández