Por Ivan Fernando Gonzalez
Dicen que la muerte
anda a diario en casa
que te endulza con comida
y de diabetes te mata.
Pero pocos saben
que cuando ella te abraza
la muerte te dice,
no soy hambre
no soy frío
y sobre todo
no soy amarga.
Ven a mi dulce lecho
ven a mi noche calma
soy como el pan dulce
soy alegría para tu alma.